Diputados dio media sanción a la reforma del impuesto a las Ganancias

Tras una extensa sesión, con 135 votos a favor y 103 en contra (con el rechazo de Juntos por el Cambio y Schiaretti), se aprobó la reforma del Impuesto a las Ganancias que sube el piso imponible a 15 salarios mínimos para trabajadores en relación de dependencia y jubilados. Ahora deberá votarse en el Senado.
El proyecto de ley que presentó el ministro-candidato Sergio Massa en el Congreso toma un viejo reclamo de la clase trabajadora que fue negado por los gobiernos de Cristina Kirchner, Mauricio Macri y el mismo Frente de Todos, para transformarlo en un intento de épica a escasas semanas de las elecciones generales de octubre. Pero más bien es el reconocimiento de un fracaso: lejos de la «vuelta del asado», en lugar de mejorar a la situación de los de más abajo, han bajado las condiciones de vida de los asalariados que están un poco mejor.

El impuesto a las Ganancias sobre los salarios es un impuesto odiado por la clase trabajadora, a la que se busca dividir. Durante la presidencia de Cristina Fernández se quiso instalar la idea de que los trabajadores que estaban un poco mejor debían ser «solidarios» con los que menos ganan, en lugar de afectar a la minoría de ricos, empresarios, especuladores que hacen negocios con la necesidad y el trabajo de millones. Mauricio Macri prometió eliminar el impuesto al salario y terminó incorporando a más trabajadores.
Pero el proyecto del oficialismo que obtuvo media sanción no elimina exactamente el impuesto al salario, sino que sube el mínimo no imponible para asalariados y jubilaciones al equivalente al valor de 15 salarios mínimos (hoy $ 1.770.000), por lo que en lo inmediato prácticamente dejará de pagar el impuesto la mayoría de la clase trabajadora (quedarán pagando unos 90 mil trabajadores). Sin embargo, si en los años próximos el salario mínimo se actualiza por detrás de la inflación y de la evolución general de salarios, muchos asalariados y asalariadas pueden volver a pagar. El salario mínimo, vital y móvil no es un índice que refleja una evolución real, sino que se acuerda en el Consejo del Salario con la firma de las burocracias sindicales y las patronales. Desde 2015 el poder adquisitivo del salario mínimo cayó casi 35 puntos, en la actualidad es de apenas $ 118.000.